viernes, 6 de mayo de 2011

It's on you !

Lo "trágico" de la adultéz es que todo, pero todo, depende de uno mismo. Si no trabajas, no tenés plata (el banco "padres" esta prácticamente quebrado), si no sabes que estudiar, nadie lo decidirá por vos, si no voy a castings no me contratarán, si no te jugás  no progresas, si te mandas un moco el hombro de mamá ya no parece alcanzar para resolverlo... Así podría seguir horas. Nuestra capacidad, nuestra "pro-actividad" es desafiada constantemente. Descubrí que todo esto me asusta. Lo descubrí casi de casualidad, cansada de lidiar con inmobiliarias (no me pidan opiniones al respecto porque son las peores), frustrada, tiré la toalla. Automáticamente se me prendió mi señal de "warning". Si me enojo y dejo de llamar mi "nidito" soñado no va a aparecer en mi puerta con un cartel que diga "Acá estoy, listo para que me habites"  no way. De repente con semejante obviedad, me cayó la ficha...
Hace, exactamente, un año atrás una etapa se terminaba. Llorando a mares, no podía imaginar como iba a seguir. Estaba asustada, todo mi estructura, mis planes se derrumbaron con una sola frase textual "vamos a prescindir de vos"... Hoy mirando atrás me doy cuenta que me hicieron un favor, me obligaron a tomar las riendas de muchos aspectos de mi vida. Me obligaron a hacerme cargo de mis metas, mis sueños, mis planes. También me obligaron a enfrentarme a las peores preguntas: ¿Qué quiero para mi? ¿Cuál es mi meta? ¿Qué estoy haciendo para llegar a ella? Encontrar esas respuestas me llevó mucho tiempo, de hecho algunas todavía no las tengo. Me angustió tanto que no veía salida posible. Y ahora entiendo por qué. De repente todo dependía y aún depende, pura y exclusivamente de mi. Si no creo en mi plan, difícilmente mi talento se destaque de las miles de actrices talentosas que hay en este país. Si no me siento con mi novio a hablar sobre nuestros obstáculos, si no digo lo que siento, difícilmente mi relación prospere. Si no exprimo la puta "Publicasas", difícilmente encuentre nuestro nuevo hogar.
Si no me ocupo verdaderamente de mi, nadie lo va a hacer.
En definitiva todo depende de uno mismo.
Todo depende de mi