"Cambio importante en el desarrollo de un proceso que da lugar a una inestabilidad".
Esa es mi definición de "Crisis" preferida. No es la única, pero sí la que mejor me sienta. Imagino que de acá surge mi necesidad de volver a escribir...
PH, departamento "tipo casa", depósito, garantía, alquiler, universidad: ¿Pública o Privada?, ingreso, horarios, cátedras, compartir, convivencia... ¿Eh? Estoy rodeada de palabras que hasta ayer solo vivían en mi imaginación y algunas en un futuro que parecía bastante lejano. Ay, ay, ay, una vez mas, ¿Quién te ha visto y quién te ve, pequeña? No lo sé. Si alguien un año atrás me hubiera dicho que este sería el camino que tomaría mi futuro, hubiera estallado de la risa, sinceramente. Pero, también, una vez mas, mi capacidad de tener absolutamente todo bajo control falló.
Imagino que, como dicen algunos, esto se llama envejecer, o crecer, ¿no? Con todo lo que implica. Mi soberbia inoportuna me llevó a creer que ya había recorrido una gran camino, que era invencible, fuerte, que me llevaba el mundo por delante como quien se prepara un té, que podía lograr absolutamente todo lo que me proponía sola. Pero con un sartenazo en la cara me di cuenta que estaba un poquito alejada de la realidad. Llego él a mi vida y me trajo bajo el brazo una catarata de sucesos incontrolables, inestables, movilizantes, que me hicieron replantearme prácticamente todo lo que creí tener "construido". Estoy feliz, pero también aterrada, apabullada sin ironía en donde refugiarme. Todo lo conocido hasta ahora como "común", ya no lo es. Pienso, actúo, decido, programo "x2". No hay espacio al egoísmo, a los berrinches ni caprichos.
Encontré mi nueva aventura, una nuevo camino posible que me llena de adrenalina pero también me aleja de la inconsciencia que alguna vez me caracterizó. Estoy aprendiendo a dejar mis miedos, obsesiones, compulsiones de lado porque ya no estoy sola y el daño sin duda se multiplica.
S.O.S. me convertí en una joven, inmadura, aterrada, con una realidad y un futuro prometedor que me están fajando a sartenazos.
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