martes, 28 de septiembre de 2010

Siéntate a la sombra...

"Todo vuelve", "what goes around comes around", "no escupir para arriba"... Dichos o frases que escuchamos como consejos casi constantemente. Pero que recién entendemos cuando somos participes de la situación. "Karma is a bitch", y si, es así. Las malas intenciones, los malos pensamientos, las acciones oscuras, vuelven. Y hay algo sabroso cuando tenemos la oportunidad de ver como le vuelven a quien nos tuvo como blanco. Me acuerdo una vez, cuando era muy chica, le desee la muerte a una persona, que había prácticamente destrozado lo que más quería. Y lo desee con tantas ganas, con tanta seguridad, que estaba convencida que iba a pasar. Mi abuela, con la sabiduría y claridad que la caracteriza, me enseñó que esos sentimientos me ponían en un lugar tan oscuro, a la par de a quien yo le deseaba lo peor. Con el tiempo aprendí que tenía razón, pero todavía no puedo controlar la ceja izquierda que se levanta, casi disfrutando lo admito, cuando veo como le vuelve el escupitajo a quien intentó escupirme.

El domingo el escupitajo fue potente. Y a pesar de haber perdido mis anteojos preferidos, disfrute el dulce sabor de la caída. Suena horrible, pero no me averguenzo. Todavía no soy tan elevada como para pensar solamente "oh si, la vida le dio su merecido", mi pensamiento va mas por "hijo de puta, pudrite con tu veneno". Y creo que en este caso en particular el dulce sabor de la caída, llegó cuando yo podía realmente disfrutarlo. Con tiempo, distancia y sin sentimientos en el medio, el escupitajo vuelve. Y siento al menos que las 100 entradas que escribí sobre el "susodicho" no fueron en vano. Si believe it or not, domingo soleado 15 pm, un mensaje de un número desconocido aparece en mi teléfono. "como andas belu tanto tiempo? quisiera verte, todavía tengo tu guante" (hace mas de un año, me olvide un guante en su auto, el domingo hacían 25 grados, ¿para qué carajo voy a querer mi guante? hello!, ya pasó todo el fuckin invierno)
respuesta: "gracias, tiralo, ya no me interesa"
5 mensajes después, entendí que hay personas que tienen un radar para joder a la gente feliz. Pero no lo logró. Mi vida es otra hoy, por suerte. Y lejos de sentirme tentada a enroscarme de nuevo con el, sentí pena, empatía.
Lejos de arrepentirme de haberme alejado de él, sentí la enorme satisfacción de estar compartiendo "mi hoy" con una persona que es su antítesis.
De repente, los miedos que tenía, las dudas, todo desapareció y vi las cosas con un poco mas de claridad...

martes, 14 de septiembre de 2010

Jorge Drexler en Buenafuente - La Trama Y El Desenlace

Mi trama

Siempre tuve y aún tengo, una absoluta facilidad para obsesionarme con cosas. Me obsesiono con una película, la adopto, la gasto y la olvido. Me obsesiono con una banda, busco toda su discografía, la gasto y la olvido. Me obsesiono con un libro y al leerlo me detengo en cada hoja y la releo una y mil veces. Me obsesiono con Lost y lloro porque termina. Repentinamente me obsesiono con el orden y tiro todo a la merd. Me obsesiono con un trago y paso meses tomando lo mismo cada fin de semana. Me obsesiono, si, suelo obsesionarme. En una dosis "normal", claro. No soy una psycho obsesiva, no, no ...
Gracias a un regalo de mi último cumpleaños me obsesioné, por supuesto, con Jorge Drexler. No ando acechándolo, ni tratando de cruzármelo de casualidad por las calles del mundo, pero no me canso de escucharlo. Y no es uno de mis cantantes preferidos, sin embargo hay algo en sus letras, una forma de trasmitir todo de manera tan sencilla y clara, que me resulta terriblemente atractivo. Por consejo de quien me regalo el primer disco, me bajé el último (si buen soy una más de la lista de los que consumimos material pirateado). Y me obsesioné nuevamente con él, pero particularmente con "La trama y el desenlace". No fue la primera canción que me llamó la atención, sin embargo hoy me resulta bastante familiar. Desde hace unos días que el estribillo "Amar la trama, mas que el desenlace", me queda dando vueltas en la cabeza. En la intimidad de mi habitación la canto a gritos como tratando de asimilar y hacer propia la frase.
Particularmente, yo, siempre amé el desenlace. Hasta ahora, de todo lo que encaré me obsesionaba el desenlace. La ansiedad me hacía imaginarme de novia, conociendo a la familia de cada "buen muchacho" con el que salí. Me hizo creer que a los 20 iba a estar gobernando Hollywood, en vez de concentrarme en el camino, nunca dejé de pensar en la meta. Ojo, realmente creo que tener metas es importante y prácticamente fundamental. Pero cuando las metas tienen más importancia que el camino mismo a ellas, entramos en terreno peligroso. No sé si pasa por la rapidez con la que nos obligan a vivir, o por el miedo a no concretar las metas, muchas veces en el camino nos perdemos y terminamos teniendo que hacer un recorrido mil veces mas largo. Hoy me doy cuenta que prácticamente los últimos 5 años, amé solo los desenlaces y ¿a dónde llegué? Nowhere. En realidad nowhere en relación a donde "quería" llegar, creo que si llegué a donde "debía" llegar. Y no me voy a poner mística con esto, ni hablar de la misión de cada uno, de las vidas pasada, del budismo, de la meditación, yoga, ni tantra. No. Es algo mas sencillo e incluso primitivo. Cada cachetazo que recibimos, duele y llega un momento que paramos y pensamos "buen loco para un toque, no estoy entendiendo" y es ahí mismo donde entendemos todo. Suena confuso, pero a quién le haya pasado me va a entender. Hace un mes, exactamente, puedo asegurar que tenía todo más que enquilombado, mi cabeza, mis sentimientos, mis "ideales", mi trama y mi desenlace. En medio de semejante cocktail de cosas recibí el cachetazo que mas me dolió en mucho tiempo y reaccioné. Me sentí tan perdida que justamente peor no podía estar. Desde ese día casi como si fueran fichas de ajedrez, todo ese cocktail se me empezó a ordenar. sin forzar, ni generar nada. Ese último cachetazo me ordeno.
Hoy, estoy segura, no puedo dejar de cantar "amar la trama mas que el desenlace", porque realmente estoy disfrutando el camino a mis meta, tanto que ya ni pienso en ellas.

Nota: especialmente dedicado a quien le pareció "sencilla" la entrada anterior. No hay nada peor para un artista que un público, en este caso un lector, insatisfecho. Espero haberte atraído mas esta vez. Si no voy a develarle al mundo tu segundo nombre...

miércoles, 8 de septiembre de 2010

"Es un águila, una rata, nooo es Super Yo!"

Subte colmado, por suerte voy sentada. Con mi blockcito intentó escribir algo digno de publicar. Mi inspiración se esta haciendo rogar, últimamente, por lo que respiro profundo, agarro mi birome y empiezo a garabatear. Tres hojas tachadas de por medio y ante la mirada de los dos pasajeros que me rodeaban que claramente me inhibieron, cierro todo, enojada. Enojada con mi blockcito y mi birome que me están jugando una mala pasada y no colaboran en nada. Enojada con estos dos individuos, descarados que osan chusmear lo que escribo. Ja, impertinentes, desubicados, tendría que haberme puesto a escribir algo porno a ver que pasaba.
Dos lineas de subte después, ya en el tramo final de mi vuelta, a bordo del 152. Musicalizada con el soundtrack de "500 days of summer" me viene una idea interesante. ¿si pudiera transformarme en super heroína, que poder elegiría?. Me di cuenta que es una idea que me obsesiona bastante porque suelo dedicarle largas horas de ocio a esa respuesta. Primero creía que volar, era sin dudar lo mejor. Me imaginaba transportándome en segundos a donde yo quisiera, evitando tráfico, paros de subte, trenes. Llegando literalmente "volando" a todos lados, Salvando a los mas necesitados, todo me parecía genial. Después durante una época algo "voyeurista", creía que ser invisible era una buena opción. Estar entre los muchachos cuando hablan de nosotras, presenciar los "chanchuyos" que arman los ricos y poderosos, Ser testigo de lo ajeno de su intimidad, su soledad... me intrigaba muchísimo, pero de poder de super heroína, claramente, no tenía nada.
Hoy finalmente llegué a la mejor opción de todas. Super "yo", porque así me llamaría, tendría un Kit de dardos de la verdad en la cartera que los injectaría sin mover un dedo, con telepatía y de una. No quiero volar, ni ver lo que no puedo ver, quiero solo 5 minutos de verdad. Solo 5 minutos, por lo que tendría que ser muy cuidadosa y precisa con lo que preguntaría. Estoy segura que los primeros 1000 kits los usaría para resolver incógnitas personales, lo cual me convertiría en la super heroína mas pedorra del Salón de la Justicia... pero bueno todo no se puede, a Batman también le costó bastante.
Tres situaciones en las que hubiera usado mis dardos, se me vinieron casi automáticamente a la cabeza:
Situación 1
mujer: estoy nerviosa, no se que hacer...
varón: Tranquila, también es mi primera vez, mi amor
DARDO
varón: sacáte la ropa ya, y dejáte de joder, nena
(cuántos dolores de cabeza me hubiera ahorrado si hubiera usado este dardo, ¡por dios!)

Situación 2
mujer: y chicas, ¿qué les pareció mi cuchu cuchu?
amiga 1: es reeee simpático
amiga 2: se nota que es de reeee buena familia
DARDO
amiga 1: no lo toco ni con un palo
amiga 2: quedate tranquila que esto no te mete los cuernos seguro
(Sinceramente, con este dardo hubiera esta al horno mas de una vez)

Situación 3:
mujer 1: gordi, ¿le estas mirando el culo a luciana salazar?
gordi: No amor, no ves que solo tengo ojitos pa' vo'
DARDO
gordi: No, si voy a dejar pasar semejante epetáculo

Malísima, malísima, malísima. Como super heroína sería malísima. Esa es la verdad, el Salón de la justicia me haría juicio político y me desterrarían de ciudad gótica por boluda. Y si, claramente, por algo no nací con super poderes, los desperdiciaría.
Dos lineas de subte y un bondi después, me doy cuenta que mi obsesión desmedida por saber siempre "la verdad" llegaba a su fin.
La verdad absoluta, no existe. Existen percepciones. Y como son justamente eso, instancias subjetivas, en algunos casos "la verdad" termina siendo un poder bastante pedorro...