martes, 29 de junio de 2010

¡Chito la boca!

Juré por absolutamente todos todos los santos y santas y todo, que no iba a prenderme en el mundial. Maldije el mundial. Me creí Mafalda y grité una y mil veces lo terrible que me parecía que se hiciera en un país donde se mueren miles de chicos por día por hambre y HIV. Expuse mi desacuerdo con que Maradona fuera el directo de esta selección, "¡¿qué tipo de líder puede ser?"... bue bue bue, una vez mas, "chito la boca". Sip, chito la boca querida.
Un sentimiento muy particular se apoderó de mí este último mes, una especie de humo negro de Lost (dios como lloré con ese final), solo que este no me mató. Mi psicóloga me dijo
"simplemente maduraste", mi mamá dice "mmmmm", una amiga me dice "como me gusta esta actitud", otra "Nena, empezaste a disfrutar"... en fin creo que me des-prejuicié, o en realidad me dí cuenta de lo terriblemente prejuiciosa que estaba siendo. En principio, me entregué al mundial. Me entregué al esfuerzo que hacen estos muchachos por traernos una buena a los que estamos acá, me entregué tanto que ya me convertí en una fanática mas que se pinta la cara, tiene cabalas, y jode con la facha de los muchachos (te amo Jonas Gutierrez). Entendí que para muchos sudafricanos, incluso para Mandela, este mundial significaba demostrarle al mundo su cultura, sus raices, su hospitalidad, su capacidad. Me entregué a Maradona con DT, en definitiva ¿no merecemos todos una posibilidad de redimirnos? ¿cuánto pagarían algunos por una oportunidad, o no? "Quién te ha visto y quien te ve, m'hija". Envuelta en este fervor mundialista y en esta "nueva yo" (guiño para quien lo entienda) me entregué a situaciones que me comprometían aún mas. Creo que todos nos debemos, de vez en cuando, una fase de estas. Un momento en el que bajamos la guardia con la que vivimos día a día, y nos permitimos encontrarnos con nuestros errores, cerrar heridas del pasado para poder mirar al futuro, pero sobre todo para poder disfrutar del presente. Y no es que me convertí en una especie de guru de la buena vida, o en esa mujer rubia que aparece en propagandas "Querida mujer, ¿tus hijos no te entienden ?,¿ te miras al espejo y te sentís fea?... "pff, no no way. Voy a algo muuuy lejano a eso y muchisimo mas real y sano. En el día a día perdemos contacto con nosotros mismos, con nuestras virtudes pero sobre todo con nuestros defectos. Y estos son como yunques que nos arrastran, si no decidimos hacer algo con ellos. Hacer algo no solo por las personas a quien podes haber lastimado, si no también por nosotros mismos. Suena tan cliché esto, tan trillado, como que todo el mundo habla de lo mismo útimamente, pero encontrarse en medio de semejante experiencia y lucha es tan grato y reconfortante que, honestamente, me chupa un... belin (guiño para quien lo entienda), como suene. Esta soy yo hoy, insegura, torpe, apasionada, calentona (en absolutamente todos los sentidos), dispuesta a sanar todas mis heridas, y aprendiendo a disfrutar cada momento del presente, y tratando de que el futuro me chupe un.. belin

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