domingo, 22 de agosto de 2010

Por 21.200.000 resultados

Si pones "felicidad" en google, aparecen 11.000.000 resultados, pero si pones "miedo" aparecen casi el doble de resultados (más precisamente 21.200.000). Interesante, ¿no?
Me resulta realmente intrigante el fenómeno del "miedo". Es un sentimiento que, si tuviera que encasillarlo, no sabría si ponerlo del lado de los buenos o los malos. Me refiero a que muchas veces el miedo, nos previene de cometer locuras, de lastimar, o de hacer cosas que podemos llegar a lamentar. Pero por otro lado, misteriosamente, nos cansamos de escuchar, e incluso vivenciar, que "el miedo te congela", en este sentido, el miedo también nos limita de descubrir situaciones, cosas, personas, que nos pueden cambiar la vida. El miedo nos persigue. No el mismo miedo a todos, ni en la misma proporción, pero está ahí. Está ahí cuando estas a puntos de hacer bungee jumping, cuando estas por subirte a un avión, imagino que cuando tenes un hijo, e incluso a veces cuando estas enamorándote.
Intenté hacer un análisis imaginario en mi cabeza, tratando de entender un poco más este fenómeno. Imaginé dos grupos. En el primero van el tipo de miedos que uno siente cuando cree que su integridad física corre algún riesgo. Por ejemplo el miedo que sentía a los 13 cuando tenía que tirarme del trampolín de 5 metros del club, en educación física. Todos mis compañeros subían se tiraban, se divertían. Yo me quedaba congelada imaginándome estrellada en el fondo de la pileta… Es el mismo tipo de miedo que sentimos cuando vamos al dentista, cuando dejamos de usar las rueditas en la bicicleta, cuando empezamos a manejar (al menos yo lo sentí!). Este miedo, si logramos sobreponernos se puede llegar a transformar en adrenalina y resultar bastante productivo.
Después están los otros, y estos si son complicados. Creo que este grupo responde a los miedos que tienen que ver con nuestra psiquis, nuestras historias familiares, personales, nuestros dolores más profundos… Acá entra, por ejemplo ese miedo extraño que nunca voy a entender, pero sé que existe, el “miedo al éxito” o a “que te vaya bien”, el miedo a enamorarse, el miedo a hablar con la verdad, el miedo “al qué dirán”, el miedo a vivir la sexualidad con libertad, el miedo , el miedo, el miedo. Este grupo, lamentablemente es infinito y si no logramos sobreponernos puede transformarse en una fobia… Por supuesto que es más fácil trabajar aquellos miedos que hacen que nos tomemos un valium para subirnos a un avión, o que faltemos a educación física- pero el tema es que son los otros miedos los que hacen que nuestra vida sea realmente más o menos interesante.
Yo particularmente no tengo miedo de caminar sola de noche en la calle, ni de subirme a la montaña rusa de “el increíble Hulk”, pero me di cuenta hace un tiempo, que estaba congelándome, y es una pena. Aprendí, y hace muy poquito, que correr el riesgo enriquece, sea favorable o no el resultado. Aprendí que el miedo a llegar a tal edad y no lograr cierto objetivo me estaba destinando, justamente, a terminar de esa manera. Aprendí que el miedo a “estar sola”, me estaba cegando y aislando de los que realmente valen la pena…
Por eso se me ocurrió que tal vez sería muy interesante, despojarnos de estos malditos miedos (no me importa que suene a frase de “Chiquititas”) y encarar las cosas, las situaciones, las personas, tomando y asumiendo el riesgo de lo que pueda pasar. Tal vez de esta manera, si todos nos ponemos de acuerdo, hacemos que la palabra “felicidad” le gane a “miedo” en google…

5 comentarios:

Unknown dijo...

Como siempre... me encanta lo que escribis =D y coincido en lo que decis!!!! Lucho todos los dias contra mis miedos...

Creciendo dijo...

Si yo no sabes los tubos que estoy sacando de tanto remar contra mis miedos!!
gracias Agus!!

Anónimo dijo...

creo que siempre le tendremos miedo a algo... genial lo tuyo.

Anónimo dijo...

Muy bueno! Excelente tema!
Estoy de acuerdo con separarlos. Los miedos "buenos", creo que son aquellos que están ligados a la supervivencia, te alertan del peligro.
Los otros hace poco aprendi una nueva mirada para entenderlos y es muy interesante. Me gustaría compartirlo.

Básicamente están ligados a los resultados, al futuro o a los recuerdos de otras situaciones similares, al pasado. Futuro y Pasado. Y lo loco es que realmente limitan y mucho el actuar en el presente. El ahora. Pero en el ahora no existen. Es decir, lo que puede pasar "si "x" cosa" porque antes pasó "x tal otra"...pero que todavía no existe "ahora".

Esa clase de miedos están ligados a estar contantemente fuera de tiempo en nuestra mente. Y aprendí que una bueba herramienta para empezar a erradicarlos cuando aparecen es ser conciente de que en "ese preciso momento" no existe "tal cosa", "no está ocurriendo". Ayuda a diluirlos mientras aprendemos a quedarnos en el ahora y erradicarlso totalmente.

Hace poco descubrí que lo contrario al amor no es el odio, es justamente el miedo. Y es muy loco que vivamos en sociedades con creencias milenarias que hablan de amor, pero contrariamente se basan en el miedo y el control. Justamente lo opuesto a amor y libertad.

Te recomiendo que veas este video:
www.creerescrear.com que habla mucho del miedo. Es muy bueno!

Es una linda sorpresa pasar cada tanto por este blog, en serio! Muy bueno...

Un beso.

El Tortugo

Creciendo dijo...

Que linda visita, querido Tortugo! Me quedo con que lo opuesto al amor, no es el odio, es el miedo. Esa era la escencia de esta entrada, esa fue exactamente mi "inspiración". No sos nada lento evidentemente!
besos! y gracias por la visita!