sábado, 7 de noviembre de 2009

Delayed Devotion

Estoy, hasta hoy y desde hace unas semanas, sin hablar, sin escribir, sin comunicar nada de nada de lo que estoy pensando. Para variar, estoy pensando. Hoy día soleado, en mi jardín, después de cortar las flores secas, podar algunas plantas, limpiar la pileta, acomodarlo y ponerlo lindo , me di cuenta que como viene el verano, cambié la rasqueteada y encerada del piso por la poda y limpieza de mi jardín. Evidentemente necesito dejar de pensar un toque, mi casa va quedar sin plantas ni flores, ni pasto para cortar. Calmate. Me cuesta hablar de mi ahora, sencillamente, porque creo que no me lo vi venir, y cuando me pasa esto, no me sale ser graciosa, ácida, contundente, nada, tartamudeo al tratar de hablar, no me salen las palabras, ni las idea, me taro por completo. Asi estoy, tarada.
Casi como si hubiera sido una premonición hace dos meses decidí meterme de lleno con la homeopatía. Según mi homeópata el foco a combatir urgente es mi ansiedad camuflada. Así que desde hace casi un mes y medio tomo 4 gotitas 4 veces por día de una mezcla de 4 flores. Obvio que estos últimos días por decisión propia, dupliqué la dosis hasta llegar casi al final de mi goterito feliz. Pero estoy mejor, eh, mucho menos ansiosa... Hasta hoy. Mi cabecita limitada funciona como por capítulos. Uno no puede leer el capitulo 1-5 y 7 de un libro al mismo tiempo. Yo soy igual, me ocupo de las distintas áreas de mi vida por partes. Y ahora estoy en la parte en que me ocupo de mi como mujer. Por eso empecé homeopatía, retomé mis clases de danza que me hacen tan feliz, cerré puertas a todo tipo de agente tóxico (incluido el susodicho - creo que por fin me entendió). Retomé un camino en el cual creí tener todo bajo control, hasta hoy. Hoy me levanté felizmente confundida, hasta trastornada. Pero bien eh, estoy bien, ojo. Creo que me levanté tan trastornada porque comprobé lo que me temía: pienso hasta cuando estoy durmiendo. Y agota, creanme.
Ayer después de mucho tiempo, en serio y sin exagerar: mucho tiempo tuve una salida digna a cenar. Sin cancelaciones de último minuto, sin "ceno con los chicos y después salimos a tomar algo", una salida pensada organizada y concretada. Claramente, con el goterito de mi flores en la mano, me pasé todo el día en mi cabeza boicoteandola. era obvio que algo iba a salir mal. Por suerte a las 15:45 pm me esperaba mi terapia para ponerme un correctivo y enseñarme a disfrutar. Y así fue, disfruté cada instante de la noche de ayer como hace mucho que no disfrutaba. Como no estaba sentada con un extraño, no pude jugar a ninguno de los personajes que llevo en mi cartera para estas ocasiones. Tenía que ser yo, realmente yo. Y me aterraba, pero cuando me di cuenta que a él también le aterraba, me relajé y disfruté. A pesar de conocernos hace tantos años, creímos saber mucho el uno del otro, pero error. Sabíamos poco y nada.
Mas torpe que nunca, mas tartamuda que nunca, y con las palabras que no me salían como quería, transité la situación de ayer. Y hoy, mas confundida que ayer, con mi jardín prácticamente pelado, espero, ansiosa, obvio, que se repita...

2 comentarios:

mami dijo...

que sos tannn divertida !!!te leo y te imagino en las distintas situaciones y me hace reirr mucho!! Va un pedido:por favor no confundas las Flores del Jardin con las flores que te dio tu homeopata, invertí unos duros en plantitas de lindos colores y amo mis alegrias del hogar!!!. espero no tener que esconder las herramientas y tijeras de podar!!jeje.
mami.

Anónimo dijo...

Jajajaj, leí esto y te imagine con el frasquito sin gotitas comiendo las alegrias del hogar de tu vieja...
Ale