domingo, 18 de julio de 2010

Big tenedor libre

El misterioso tenedor libre, no sé bien en cuantos países del mundo funciona. Sé que acá durante mucho tiempo fue furor. Esta cosa de "all you can eat", (todo lo que puedas comer) resulta bastante atractiva para aquellos glotones/glotonas. La idea de recorrer con tu platito un salón lleno de oportunidades, no lo puedo negar es interesante. Ahora hay algo voraz en el asunto. Algo de gula, de desenfreno de "aprovechar" hasta el ultimo arroz asqueroso con salsa extraña y verduras congeladas, ¿o no? Ahí es cuando uno corre el riesgo de, al otro día, morir de una pataleta mas conocido como ataque al hígado... y en esta caso el "quien me quita lo bailado" no sirve de consuelo, porque la pataleta es una de las peores cosas que te puede pasar, junto a la resaca, of course. Buen digamos que tuve la suerte de, en mi gran tenedor libre - de comida étnica- atragantarme con... a ver... digamos una pata de cangrejo... ojo, me atraganté, no llegó a pataleta, simplemente me atraganté. Ahora en el momento el cangrejo, creo, que era una de las mejorcitas cosas que probé, pero si me preguntan "¿volverías a comer cangrejo?" no fucki'n way. Quiero prevenir una pataleta.
Toda esta analogía me iluminó en estado de transe previo a quedarme profundamente dormida. ¿ Por qué será que esos momentos, al menos en mi, resultan ser los de mayor lucidez? Me pregunto si le pasa a alguien mas, o si definitivamente confirma lo deforme que a veces resulto ser. Son segundos de lucidez mental, muy a pesar del cansancio y el sueño. En mi caso, son momentos en los que se me ocurren las mejores ideas para escribir, o suelo darme cuenta donde estaba aquello que estuve buscando por días, incluso resuelvo misterios intrincados onda Sherlock Holmes, y a veces hasta pienso opciones de outfits para alguna salida importante venidera... Que se yo, creo que son momentos en los que paramos un poco a pensar realmente en nosotros mismos. Nos sacamos definitivamente el día de encima, algo así como que paramos la pelota en idioma futbolero... Para mi son momentos altamente capitalizables, lo que pasa es que también son espontáneos, no son siempre productivos, y forzados pueden resultar un maquinamiento letal que te lleve a dormir con una angustia feroz...
A mi, hoy, me ayudó a levantarme con una extraña claridad, muy a pesar de la lluvia. Con una respuesta que hace días que "olía" pero no la terminaba de descifrar.
Conclusión: no comeré mas cangrejo, me retiro del tenedor libre étnico y mejor voy a lo seguro, y por otro lado benditos sean esos ratitos de lucidez que hoy me dispuse a homenajear...

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy buena tu analogía !!si me permitis te cometo que TODOS LOS TENEDORES LIBRES siempre son BERRETAS!! lo bueno bueno, la calidad. es exclusivo y en la justa medida , NO ES CANTIDAD!!.