martes, 20 de julio de 2010

Las- tro-las-de-na-cho

ADVERTENCIA: HOMBRES, probablemente no entiendan nada en esta entrada, disculpen, hoy tuve una experiencia religiosa, digna de contar y explotar... si siguen es bajo su propia responsabilidad!

Si hay algo que no va conmigo es el ambiente de gimnasio. Si hay otra cosa que no va conmigo es la ropa de gimnasio. Si hay aún otra cosa que no va conmigo es sociabilizar en el gimnasio, pero peor aún si hay algo que no va conmigo son las mujeres de, como decirlo delicadamente, entre 40- 50 (largos) hot, que van al gimnasio. Suelen decir que las mujeres de entre los 20 y 30 pico, somos las peores, las roba maridos, las desenfrenadas, las "lanzadas", las pisa cabezas, etc etc. Hoy comprobé cuan errada está la hipótesis.
Situación: 10. 25 am, yo mucha cara de dormida, mucha fiaca llego al gimnasio a mi clase de spinning, gracias al impulso de mi hermana. (A pesar de lo horroroso que me resulta ir al gimnasio, encontré en spinning una gran manera de ejercitar sin hacer trampa. Mas allá de cuanto disfruto esta clases, mi fiaca, el invierno, y todo, suele atarme a la cama, ahí es cuando el demonio de Tazmania encarnado en mi hermana me levanta y me arrastra). Buen volviendo al relato, me siento en mi bici, miro en el espejo mi cara verde, los reflejos que están medio al horno, las calzas que me quedan grande... una porquería. De repente, despierto de mi pesadilla al son de los gritos de seis, si seis, señoras exaltadas, ajustadas, bronceadas, felices, de entre 45 y 50 (laaaargos). Para mi sorpresa, una de ellas saca de su cartera seis, si seis, cartelitos y empieza a pegarlos en sus bicicletas como si fueran una especie de club de fan de viejas hot. "LAS- TRO-LAS- DE- NA-CHO". (Nacho: nuestro profe veinteañero...). Buen no contentas con las finas pancartas, musicalizaron toda la clase al son de lo que imagino, recuerdan, como gemidos...
Como explicarles, las caras de la otra mitad de la clase entre las que estábamos mi hermana mi cara verde y yo. Las conclusiones fueron múltiples, pero la mas sagaz fue aquella que, deslizo mi hermana (obvio que la adapté para que fuera apta para todo publico), dijo: "¿esto pasa cuando tu marido ya no te... toca un pelo? Asombrada por semejantes palabras saliendo de la boca de la pequeña recatada, me quedé pensando... estas mujeres son la nueva amenaza. No les importa nada, tienen la vida hecha, la economía resuelta, los hijos ubicados, al marido "entretenido" y al profe de spinning, que con tal de seguir ligando regalitos, les tira unos tiritos... cuanto tenemos por aprender jóvenes lectoras... cuanto!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja relato mas que real !!!! las peligrosas señoras de las 4 decadas !!jajaja

Creciendo dijo...

jajaja si fui bastante buena porque en realidad eran mujeres de las 5 décadas. personajes interesantisimos! besos!