Ayer fue un sunny day

Originalmente este espacio surgió a partir de una anécdota con un muchacho, por supuesto. Resultó ser que este muchacho con quién salí un tiempo, después de mi último novio, era un poco fóbico. Teníamos mucha confianza, nos conocíamos, un día tuve antojo de comer comida méjicana y cometí el error de decirle "che, ¿vamos a comer comida mejicana?" a lo que me respondió(después de dar muchas vueltas) "eeee, bueno, que se yo, es una salida demasiada seria para nosotros" (¿¡what!?) - salimos igual y como siempre nos divertimos mucho (porque, nobleza obliga, me divertía muchisimo con él), pero después de esa noche no volvimos a salir. Indignada y sin entender porque se había asustado si estaba mas que claro que yo no queria ser su novia ni él el mio, cree "juguemos a ser novios" - en un intento de descifrar porque nos costaba tanto jugar cuando las reglas eran claras. En aquella oportunidad, una amiga con la que ya no me frecuento me sirvió de inspiración para este espacio.
Amiga con la que ya no me frecuento no deja de retumbar en mi cabeza y ya les contaré porque.
Hace unos días, una alumna de 14 años, angustiada se me acercó (no, no soy docente, nací sin ese gen de vocación docente, de todas formas trabajo en un colegio TEMPORALMENTE-es una aclaración para mi cabeza y mi ansiedad-), me contó que sus padres ya no podían pagar el colegio y que se iba a cambiar, pero que le angustiaba mucho pensar en ya no compartir sus días con sus amigas de toda la vida, que la asustaba la posibilidad de no poder irse de viaje de engresados con ellos, es mas que la olviden. Entonces le conté mi historia:
"Yo me fuí de mi colegio de toda mi vida a los 14 años, por decisión propia. Caí en mi segundo colegio en un grupo hiper unido que me recibio muy bien. Los años pasaron y si, perdí contacto con mis amigas de toda la vida por cuestiones obvias. Pasaba 9 horas con mis nuevas compañeras, los cumpleaños siempre me coincidian y me costaba elegir a cual ir, estaba muy concentrada en integrarme, etc etc. Un buen día mi papá falleció y sin reclamarme nada mis amigas y amigos de toda la vida ahi estuvieron para mí. Agradecida, los años siguieron y mis visitas a mis amigas de toda la vida, aunque pocas, se mantenían. Así y todo mis anécdotas del secundario fueron todas con mis nuevas amigas, con ellas me fui de viaje de egresados, con ellas pasé mis primeras vacaciones sin familia, etc etc. Pero otro buen día, y ante una determinada situación que me hizo replantear muchas cosas me dí cuenta que no había mucho olor a sinceridad a mi alrrededor. Hoy mis amigas de toda la vida son las que me sostienen cuando no doy mas, las que me enseñan, con las que me miró y eso basta para entendernos, con las que comparto todo."
La alumna me dió un abrazo y volvió a disfrutar de su recreo con sus amigas.
Pero yo me quedé pensando en lo que son "las vueltas de la vida", como todos dicen. Al día siguiente mientras trataba de resucitar el ficus de casa que esta medio morhibundo, escuché del otro lado de la pared de mi casa las risas de dos de las 3 personas con las que comparti muchas cosas durante mi "post-secundario", personas de las que hace casi un año que no sé absolutamente nada. Y la verdad la panza se me retorció. Sentí una angustía indescriptible porque no pude develar como puede ser que podamos pasar de, hablarnos todos los días con alguien, a no saber nada, absolutamente nada del otro. Es casi como un noviazgo trunco. Entonces me dí cuenta que muchas veces la "cantidad" de veces que tenemos contacto con un amiga/o no es sinónimo de "calidad", evidentemente. Por esto hay personas con las que los vínculos se diluyen como jugo TANG y otros vínculos que permanecen sólidos, como los abdominales de Madonna, de por vida. Y son esos los que valen la pena, simplemente tenemos (TENGO) que aprender a no perder tiempo, ni angustiarnos por los que no valen la pena -