jueves, 13 de agosto de 2009

Pequeñita reflexión espiritual

Nos cansamos de escuchar que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos y cuando lo perdemos hacemos lo imposible por recuperarlo (a menos que sea irreversible) y lo volvemos a perder. Constantemente damos, o voy a hablar por mí, doy cosas por sentado y no valoro lo que me rodea. Suena a cliché, pero entendí que es mas que real. Estos últimos años aprendí sobre la pérdida, pero por estos días volví a enfrentarla y me paralicé. Todo en solo un día se redujo hasta casi desaparecer: el susodicho y sus "benditas" vueltas, mi profesión y mis incertidumbres, la repugnancia que me genera mi jefa. Todo desapareció ante la posibilidad de tener que volver a convivir con la pérdida. Aparecieron las verdaderas cosas que me rodean que suelo y no debo dar por sentado: mi mamá que me ama con locura, mi hermana que ya es adulta, mi familia completa que sigue adaptándose a las locuras y ridiculeces que nos pasan, mis amigas incondicionales que silenciosamente se organizan para atajarme, los adolescentes con los que trabajo que siguen enseñándome sobre la vida, mis compañeros de trabajo que no dejan de hacerme reír, mi salud, y mi capacidad de adaptación. Lejos de convertir esto en una escritura bíblica, creo que todos debemos aprender a ver y valorar las cosas que nos rodean, las personas y situaciones que tenemos cerca.
No quiero que a los 40 me explote el cuerpo y justamente por esto, estos últimos días todas mis prioridades cambiaron. Espero nunca mas dar nada por sentado, voy a seguir creyendo en todo, por mas que me trasforme en una ingenua. Voy a aprender a pedir a ayuda y a agradecer.
Aprendí que no sé lo que me merezco, hasta que me doy cuenta que no lo tengo, y sin todas las cosas que siempre dí por sentado sería imposible conseguirlo.

2 comentarios:

mamá dijo...

y yo creo tener claro cuales son mis prioridasdes!!!! pero en lo cotidiano y ante la realidad me doy cuenta que no. tengo que aprovechar ésta revancha, ahora,ya.aprendamos, ayudame.
Mamá.

Mamá dijo...

Sin duda que yo, tu mamá, TE AMO Y AMARE CON LOCURA SIEMPRE,